FIESTAS
Y CEREMONIAS TRADICIONALES
En la zona baja del valle, la festividad conserva elementos
de la cultura tradicional urbana vinculada elementos de vida cristiana. Estos elementos
se reflejan en las diferentes festividades religiosas: santos, vírgenes, aunque
así como los poderes de ritos y milagros.
Las fiestas y ceremonias de la zona alta del valle y alto -
andina reflejan los elementos de la religiosidad popular y el sincretismo que
congrega elementos provenientes de la religiosidad prehispánica y la religión católica.
Esto se refleja en las fiestas patronales y las cruces.
a) LA FIESTA DE LAS CRUCES: La presencia de la Cruz de Cristo en
los pueblos y comunidades del Ande peruano, simboliza en lo ideológico –
religioso el dominio occidental sobre la mayoría de los pueblos de esta parte
del mundo. La fe cristiana fue impuesta por los conquistadores españoles en el
siglo XVI quienes con la cruz, los santos, las vírgenes y los cristos hoy en
día lograron dominar la vida y las conciencias de las personas. Fue un proceso
largo y difícil, la evangelización y el adoctrinamiento, los diversos símbolos
e íconos cristianos fueron reemplazando a las divinidades indígenas cuya
significación religiosa – totémica se
fue perdiendo irremediablemente.
La festividad de las cruces se
caracteriza por su fervor religioso, y se lleva a cabo en el mes de mayo,
en todos los pueblos, es una de las tradiciones más antiguas que desde la Colonia
se conmemora en las comunidades y Centros Poblados de Ilabaya. Cada sector
tiene sus particularidades en la fiesta. En algunos lugares son los alferados
los que se responsabilizan de los festejos; en otros son los devotos (hacen
colecta).
Un aspecto que hay que resaltar es
que antiguamente como bebida típica de esta festividad era la chicha de uva la
que hoy en día solo queda buenos recuerdos por la extinción de los viñedos.
Muy emotiva es la concentración de
las distintas cruces de los poblados en la iglesia parroquial de San Pedro (3
de Mayo), hacia la cual, los alferados y devotos concurren de diferentes
lugares acompañados de conjuntos de zampoña.
b) LA SEMANA SANTA: Es una actividad religiosa de
carácter universal, que nosotros los cristianos conmemoramos, por la vida,
pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, salvador del mundo.
Ilabaya es un pueblo de gran
tradición cristiano - católica; y se caracterizó por su fidelidad al
cumplimiento de todo ritual de la semana santa: Esta comenzaba el domingo de
ramos y se prolongaba hasta el sábado de gloria; pero desde 1968, momento que
el párroco se estableció en la sede parroquial de Locumba, dejó de celebrarse
los actos litúrgicos de la misa y la procesión del santo sepulcro. Sin embargo,
los pobladores han mantenido las costumbres antiguas del preparado de los 12
platos de comida distintos que simbolizan a los doce apóstoles.
En anexos distantes de Ilabaya como
Calumbraya, Higuerani y Mecalaco, practican otras costumbres. El día Sábado de
Gloria los pastores ser reúnen y sacrifican lo mejor de sus rebaños o “majadas”
para celebrar la resurrección de Jesucristo.
c) SAN PEDRO EL APÓSTOL: Patrón del pueblo de Ilabaya. Es el
patrón de Ilabaya; desde tiempos coloniales se le venera con gran fervor
religioso. Cada 29 de Junio se realiza dicha fiesta que resulta muy
concurrida y animosa. Según la tradición, San Pedro fue entronizado a fines del
siglo XVI. Fue trasladada a la distancia de la parroquia de Ilabaya; transportándolo
en bestias de carga, que recorrían el largo y polvoriento camino.
Por entonces, el Alcalde Ordinario y el Alcalde de Indios
encabezaban a la multitud de creyentes enfervorizados quienes acompañaron entre
cánticos y rezos al apóstol de la iglesia parroquial.
Actualmente la venerada imagen de San Pedro se encuentra
instalada en el altar Mayor, sentado en su trono de rey. Cada 29 de Junio, después
de la celebración de la misa, sale a recorrer las calles en emotiva procesión;
sus devotos lo llevan cargado en andas desplazándose al son de las bandas de músicos
que tocan sus instrumentos con efusiva religiosidad. Cumplida la solemne procesión,
los devotos y entre ellos las autoridades, se reúnen en la casa del alferado
para continuar con la segunda parte de esta importante festividad religiosa: El
baile y el agasajo a propios y extraños con lo que testimonia la fe y la alegría
de este pueblo agradeciendo al Santo San Patrono.
Fueron los primeros padres dominicos quienes a mediados de
1553 establecieron la advocación a San Pedro y patrón del pueblo de Ilabaya;
desde estos tiempos se cultiva e fervor religioso. La festividad central es el
29 de Junio y convoca a la feligresía del interior de distintos lugares del
Perú, siendo muy multitudinaria y vistosa. Se cuenta que la imagen del Santo
Patrono arribó desde la península Ibérica al puerto de Arica, y de este punto
fue conducido a la hermosa parroquia del cálido valle de Ilabaya.
Sobre la existencia de la Iglesia San Pedro de Ilabaya, se
tiene como referencias en el archivo arzobispal de Arequipa con documentos
desde 1624 y en la Curia Arzobispal de Tacna con información de los libros de
bautismos de año 1664.
d) FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN: La Virgen del Carmen cuenta con una devoción
de más de veinte siglos. El nombre del Carmen viene del monte Carmelo o “Viña
de Dios” que está en Tierra Santa. Cada 16 de Julio, con devoción
cristiana, desde mediados del siglo XVII, el pueblo de Ilabaya, con mucha fe
religiosa venera la sagrada imagen de la Virgen del Carmen. Dicha imagen fue traída
al pueblo de Ilabaya desde Sevilla (España) por barco vía Arica y desde allí fue
trasladada a lomo de mula a Ilabaya. En Ilabaya la fiesta es muy emotiva. Desde
días anteriores, ingresa a un ambiente de fiesta impregnado de religiosidad. Los
ruidosos cohetes se dejan sentir a espacios intervalos seguidos de un
desembalse de ecos que corren jubilosos en la quebrada anunciando el gran
festejo. Como es una tradición religiosa, los alferados corren con todos los
gastos que demanda tal celebración. Dos días antes, hay gran animación en la población
de Ilabaya, como en los lugareños residentes en la ciudad de Tacna.
La fiesta se inicia al rayar el día 15 con el albazo con los veintiún
cañonazos. Luego a las cinco de la tarde son las entradas de caballos y acémilas
cargados de leña. A las 8 de la noche es la misa en honor a la Virgen.
Al día siguiente, en horas de la mañana, es la misa de
fiesta, seguida de la procesión, en la que en medio de una lluvia de flores e
incienso, la imagen de la virgen del Carmen es recorrida por las principales
calles del distrito. Una vez hecho este acto religioso la virgen es colocada en
la puerta del templo, en donde se eligen los alferados del próximo año y una
vez hecho este acto religioso la virgen es colocada en la puerta del templo, en
donde se eligen los alferados del próximo año y una vez hecho este acto, se
guarda a la virgen y luego los alferados invitan al pueblo al almuerzo y al
baile general. Las estaciones más importantes de esta fiesta son:
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La Víspera; como se dijo es el día 15 de julio. Hay gran animación en
el pueblo; las calles están bien limpias; el templo destaca reluciente con sus
puertas grandes abiertas de par en par. Algunos feligreses se acercan al templo
por la puerta que da hacia la vieja “recova”, se santiguan reverentemente y
penetran contritos al interior. Al fondo y hacia la derecha está la virgen del Carmen;
destaca en su altar solemnemente vestida y engalanada con sus joyas y otras
alhajas.
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La Santa Misa; se lleva a cabo con la concurrencia de los feligreses que
desbordan la iglesia. La voz del párroco se alza de entre la multitud dando
alabanza al creador; y, mientras se
invita a participar del santo sacrificio de la misa, un coro de voces
juveniles se eleva a las alturas cantando el “Ave María”. El ambiente religioso
se hace cada vez más intenso, como inmenso es también el olor a incienso que se
expande por el atrio del templo.
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La Procesión; inicia su tradicional recorrido por las principales
arterias del pueblo. La virgen ya asoma a la puerta de su sagrado recinto. Las campañas
se echan al vuelo; cohetes y cohetecillos retumban en la plaza.
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La Virgen; en andas, es llevada por sus devoto, y recorre las calles
del pueblo al son de la música de variados folclóricos de comparsas, de zampoñas,
tarcadas, y bandas de animosos músicos venidos de los anexos del extenso
distrito, como también de la compañía de morenos de Tacna. De trecho en trecho,
la procesión se detiene; los vecinos rinden su homenaje fervoroso a la sagrada
imagen bajo la atenta mirada el párroco que orienta la ceremonia. Los
cargadores se relevan, y la procesión continúa. La fiesta se hace
multitudinaria. Después de la procesión, vuelta ya la virgen al templo. La fiesta
popular constituye para muchos el momento cumbre de la devoción a la virgen. Los
vecinos y los invitados se reúnen en lugares diversos para continuar la fiesta.
La casa del alferado es el centro principal de atención.
Los hombres y mujeres lucen vestidos multicolores y bailan
animosamente al son de la música folclórica y los ritmos de moda. Se encuentran
los viejos amigos y se presentan a los nuevos. La fiesta popular dura dos días.
Al finalizar se elige a un nuevo alferado y este se compromete a realizar la
fiesta para próximo año.
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